El oro se alea perfectamente con cobre, plata y otros metales y según la proporción de estos se consiguen determinados tonos de color.
Me encanta trabajar con oro, es de gran plasticidad, apenas se oxida y además es infinitamente maleable.
A menudo me preguntan cómo se consiguen los distintos colores del oro. En la entrada anterior hemos visto que el oro de 24 kilates o 999 milésimas a pesar de tener un color amarillo intenso espectacular, no es apto para joyería porque es demasiado blando y dúctil.
En el último siglo se han ido desarrollando aleaciones para conseguir un oro más duro resistente y mecanizable. Mi aleación de oro favorita es la amarilla de 750 milésimas o 18 kilates qué es la calidad más alta qué podemos utilizar en joyería, ahora bien, ¿el otro 25% restante de qué metales está compuesto?
Hay docenas de combinaciones posibles y variando las proporciones de plata y cobre podemos conseguir diferentes tonalidades de amarillos, rosas o verdes. es un mundo fascinante y complejo.
Todas mis piezas realizadas con oro amarillo de 750 milésimas o 18 quilates están compuestas por la aleación del gran maestro joyero renacentista Benvenuto Cellini.
Esta aleación está compuesta por un 75% de oro puro un 12,5% de plata y un 12,5% de cobre, está proporción nos da un color amarillo muy cálido y de gran belleza.
Si aumentamos la proporción de cobre el color tenderá a rosa y podríamos llegar a conseguir el color de oro rojizo al utilizar una aleación del 75% de oro y el 25% de cobre, por otro lado si aumentamos la cantidad de plata la aleación tenderá a un color verdoso, actualmente el menos conocido puesto que en las últimas décadas no ha estado de moda.
¿Y el oro blanco?
El oro blanco de 18 quilates o 750 milésimas sigue manteniendo una proporción de oro puro del 75% y el resto es de un metal llamado paladio, esta es la aleación clásica, el paladio es un metal aún más caro que el oro, de color plateado y que consigue modificar solo con el 25% al 75% del oro restante, dándole un tono acerado que a mí personalmente me gusta mucho, actualmente pocos joyeros utilizan la aleación clásica de paladio por su precio, pero os aseguro que es mejor invertir un poco más en una joya de oro blanco con paladio ya que no necesitará ningún mantenimiento ni ningún baño galvánico. Los otros metales blancos más comunes que forman la aleación de oro blanco son el níquel, el platino y el manganeso, pero estas aleaciones tienen un color ligeramente amarillento y es necesario aplicar un baño galvánico de rodio que con el uso, sobre todo si son sortijas, terminará perdiéndose. Para preparar una aleación cualquiera no basta respetar cuidadosamente las proporciones, también hay que partir de metales puros.
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Muy interesante!
Que amable, ¡saludos!
Súper interesante gracias…
Gracias Ayram
Muchas gracias por la información! Cariños desde Montevideo Uruguay!
Muchas gracias y saludos desde Málaga